Los videojuegos! Donde el tiempo y el dinero se disuelven más rápido que un helado en verano

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Agárrense de sus asientos porque vamos a darle un vistazo a cómo ha cambiado el negocio de los videojuegos triple A desde hace 20 años hasta hoy. Desde los días de gloria hasta los retos monumentales que enfrentan las compañías actuales, esta viaje está lleno de alegria, lágrimas y mucho, pero mucho dinero.

El pasado dorado: cuando los videojuegos no costaban un riñón

Hace unos 20 o 25 años, hacer un jueguito triple A te salía en unos "modestos" 10 millones de dólares. Con una inversión así, vendías el juego a unos 60 dólares por copia. Para recuperar la inversión, solo necesitabas vender unas 170,000 copias. ¡Una papita, compas! Después de eso, todo era pura ganancia y felicidad. Pero, como dice el dicho, todo tiempo pasado fue mejor, y los números de ahora nos lo confirman.

Comparaciones que duelen: del GoldenEye al The Last of Us Part II

Vámonos a 1997. GoldenEye 007, ese juegazo, fue desarrollado por un equipo de 10 personas y costó 2.5 millones de dólares. ¿El resultado? 8 millones de copias vendidas. Ahora, saltemos a 2020. The Last of Us Part II, un titán en desarrollo, tardó 6 años en hacerse, con un costo de casi 250 millones de dólares y un ejército de casi 200 desarrolladores. Vendieron 10 millones de unidades. Parece impresionante, pero si lo comparamos con GoldenEye, las cosas ya no pintan tan bien.

La encrucijada actual: reciclando más que el tío del fierro viejo

La industria de los juegos triple A está en un momento raro, raza. No diré que está en crisis, pero parece que a todos se les están acabando las ideas frescas. Secuelas, DLCs, precuelas, spin-offs, remakes, remasters... parece que están reciclando más que un puesto de fierro viejo. Las compañías están atrapadas en fórmulas seguras para no arriesgar su lana. No las culpo, la neta. El objetivo es asegurar la ganancia. Pero nosotros, los jugadores, queremos más. Queremos mundos más grandes, más complejos, con toneladas de contenido y futuras actualizaciones. Y eso cuesta un chingo de tiempo y dinero.

¿Qué hacen las grandes compañías?

Miren, compañías como Ubisoft, Electronic Arts y Activision Blizzard están lidiando con estos problemas de costos y riesgos de diferentes maneras. Ubisoft, por ejemplo, se ha desplomado un 20% porque sus inversiones de 300 millones de dólares en juegos que venden 6 millones de copias no están regresando la lana. Esto ha llevado a una mayor dependencia en franquicias establecidas como Assassin's Creed y Far Cry. Pero no todo es miel sobre hojuelas. Los jugadores empiezan a cansarse de estas fórmulas repetitivas.

EA y Activision Blizzard: apostando por lo seguro

Electronic Arts (EA) y Activision Blizzard siguen una estrategia similar, confiando en franquicias seguras como FIFA, Madden, Call of Duty y Overwatch. Invierten millones en estas series porque saben que tienen una base de fans leal que asegura ventas. Pero esto también significa que los riesgos para nuevas IPs son mínimos, y la innovación se estanca.

Elden Ring: un rayo de esperanza

En medio de este desmadre, aparece Elden Ring, como un rayo de esperanza. Este juego rompe muchas reglas y convenciones actuales y, aun así, logra vender 23 millones de copias. ¿Qué hizo diferente? Se mantuvo fiel a su estilo y apostó por una experiencia única, algo que muchos juegos triple A han olvidado hacer.

Dragon's Dogma 2: "Aquí se hace lo que yo diga"

Otro ejemplo interesante es Dragon's Dogma 2 de Capcom. Ellos decidieron que les valía madre lo que la gente esperaba y diseñaron un juego para que la exploración fuera obligatoria, sin las comodidades modernas como el guardado automático o el Fast Travel fácil. Esto enfureció a muchos jugadores, pero también atrajo a una base leal que valora esa originalidad. Así que, ¿qué pasó? El juego logró ser rentable a pesar de las críticas y las malas reseñas.

¿Y los indies, apá?

No podemos olvidar a los estudios indies. Aunque no tienen los presupuestos millonarios de los gigantes, han demostrado que la creatividad y la innovación pueden hacer maravillas. Juegos como Hades, Celeste y Hollow Knight han conquistado corazones y carteras sin gastar una fortuna.

El futuro de los videojuegos: ¿qué nos espera?

La realidad es que no podemos pedir a las compañías que inviertan todo su dinero en nuevas IPs debido al alto riesgo financiero y los crecientes costos de desarrollo. Pero hay esperanza. Juegos como Super Mario Bros. Wonder muestran que es posible crear experiencias frescas y emocionantes. La industria está en una encrucijada, y nosotros, los jugadores, seremos testigos de muchos cambios en los próximos años.

Conclusión: ¡a darle al juego!

Mis queridos gamers, jueguen Elden Ring, jueguen Dragon's Dogma 2, jueguen Super Mario Bros. Wonder y exploren todos los indies que puedan. Hay maravillas esperando ser descubiertas. Suscríbanse, denle like, toquen la campanita y nunca, pero nunca, dejen de jugar.

¡Nos vemos en el siguiente video, raza! 🎮🎉

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