Bienvenidos al Reino Champiñón, el lugar donde la economía es tan próspera que hasta los bloques flotantes escupen monedas. Aquí, el desempleo es una leyenda urbana y todos tienen trabajo, aunque no sepas ni cambiar un foco. Lo único que necesitas para encontrar un buen empleo es ponerte el atuendo correcto y listo, como nuestro querido Mario.
Mario, el ícono más multifacético del Reino Champiñón, ha sido de todo: plomero, carpintero, piloto de carreras, chef, jugador de fútbol, tenis, béisbol, básquet, soldado en Vietnam (sí, leíste bien), motociclista, obrero de demolición, referí de box, golfista, atleta olímpico internacional y un montón de trabajos más que, si los menciono todos, este texto duraría más que las mañaneras del presidente.
Pero, uno de sus roles más memorables es sin duda el de doctor. Sí, leíste bien, ¡doctor! En 1990, Nintendo, después de alucinar con el éxito de Tetris y la montonera de billetes que les dejaba, decidió hacer su propia versión de un juego de puzzles. Así que le pusieron una bata de doctor a Mario, le dieron unas píldoras de colores y ¡boom!, nació Dr. Mario, uno de los juegos más adictivos de la historia. Simple de aprender pero infernalmente difícil a velocidades altas, y con una musiquita que seguro has tarareado en más de una ocasión si eres fan de los videojuegos.
El concepto del juego es simple: eres Dr. Mario, el plomero que también es doctor (¿qué no puede hacer este hombre?), y tu misión es eliminar virus con unas píldoras que agradecerás se tomen por la boca y no de otra manera. Los virus, esos encantadores bichos de colores, aparecen en el campo de juego y las píldoras caen como en Tetris. Para eliminarlos, debes colocar tres píldoras del mismo color en fila con el virus. Fácil, ¿no? Pues no tanto, porque las píldoras tienen dos partes y la que no uses sigue cayendo, complicando todo el asunto.
Los virus son tan adorables como letales, y su popularidad los ha llevado a aparecer en muchos spin-offs de Mario. No sabemos mucho sobre ellos, salvo que son virus de la gripe. Pero, en el mejor final del juego de NES, un OVNI se los lleva, lo que nos deja preguntándonos si en realidad son de otro planeta.
Después del éxito del primer Dr. Mario, Nintendo lanzó muchas versiones más. Para Super Nintendo salió "Tetris & Dr. Mario", porque Nintendo tuvo la osadía de juntar Tetris con su propia versión. Para Game Boy salió "Dr. Mario & Puzzle League", que era tan adictivo como el original.
En 2013, durante el "Año de Luigi", lanzaron "Dr. Luigi" para Wii U, donde Luigi era el protagonista y las píldoras tenían forma de L, complicando el juego aún más. Luego, para Nintendo 3DS salió "Dr. Mario: Miracle Cure", con poderes especiales que te ayudaban a eliminar los virus y fastidiar a tus rivales en el modo competitivo.Finalmente, Nintendo lanzó "Dr. Mario World" para celulares, que aunque ya no está disponible, los fans recuerdan con cariño por la cantidad absurda de personajes jugables. Además de Dr. Mario, ahora tenemos a Dr. Luigi, Dra. Peach, Dra. Daisy, y hasta Dr. Bowser. ¡Sí, hasta Bowser es doctor! En el Reino Champiñón, cualquiera puede ser doctor, incluso los bebés como Bebé Mario y Bebé Luigi, y los monstruos como Dr. Goomba y Dr. Delfín (¿te acuerdas de los delfines de un solo nivel en Super Mario World? ¡Ahora son doctores!).
Y si crees que esto ya es ridículo, espera a conocer la historia de "Dr. Mario 64". En este juego, Mario trata de curar una epidemia de gripe en una aldea usando unas megavitaminas. Pero, Wario, siempre buscando cómo hacerse rico, intenta robarlas. Al final, ambos se enfrentan a varios personajes y al malvado Rudy el Payaso (sí, ni yo sé quién es, pero es el jefe final).
En resumen, el universo de Dr. Mario es tan loco y divertido como cualquier telenovela mexicana. Si quieres probar estos juegos, muchos están disponibles en el servicio de Nintendo Switch Online. Así que ponte tu bata virtual y prepárate para exterminar virus al estilo champiñón. ¡Y recuerda, en el Reino Champiñón hasta un plomero puede ser doctor!, Nos vemos en el proximo post.