¡Órale, banda! ¿Listos para entender cómo el gacha de Zenless Zone Zero les va a vaciar los bolsillos más rápido que un tequila en el antro? Aquí les va todo el chisme.
El Gacha: Tu Nueva Némesis
Ah, el sistema gacha... esa trampa mortal que te va a dejar más pobre que un estudiante en fin de mes. Si eres de esos que dicen "yo no le meto ni un peso al juego", mejor agárrate, porque este enemigo va a estar ahí, tentándote con cada paso que des en Zenless Zone Zero.
¿Qué Rayos es el Gacha?
Vamos a empezar desde el principio, como si le estuvieras explicando a tu abuelita. El gacha es básicamente la máquina tragamonedas del infierno donde metes una moneda especial y, con suerte, te sale algo chido. En este juego, puedes conseguir personajes, amplificadores y ¡bang boosts! Sí, bang boosts... suena como algo que harías en una fiesta, pero no, es algo que realmente quieres tener.
Monedas y Películas: ¿Qué Onda con Esto?
Las monedas especiales son como la lana del juego: cintas cifradas, cintas originales y bang ponis. Las cintas las puedes conseguir jugando o, si eres de los impacientes, con dinero real. Así que, si no quieres gastar tu quincena, mejor empieza a grindear como si no hubiera mañana.
Los Banners: No Son Anuncios de Facebook
Los banners son como las vitrinas donde puedes ver los premios gordos que podrías ganar. Cada tipo de moneda se usa en un banner diferente. Los bang ponis van en el banner de bang boost (duh), las cintas originales van en el banner permanente, y las cintas cifradas en los banners promocionales.
Los Descuentos y el 50/50: No es un Juego de Azar... o Sí
Ojo con esto: en tus primeras 50 tiradas, tienes un descuento del 20%. Suena bien, ¿no? Pero ahí va la trampa: después de esas 50 tiradas, el precio vuelve a la normalidad y te vas a dar cuenta de que gastaste más de lo que pensabas. Además, cada 300 tiradas, te dejan escoger un personaje de grado S, como cuando tus jefes te dejan elegir tu regalo de cumpleaños. Pero antes de que llegues a las 300 tiradas, también te pueden salir cositas chidas de grado S. Es como esa promesa que te haces de no gastar más, pero siempre acabas haciéndolo.
El Pity y el Soft Pity: Porque Hasta la Suerte Tiene Límite
El pity es básicamente la garantía de que, si tiras suficientes veces, te va a tocar algo chido. En el banner de personajes, cada 90 tiradas tienes asegurado algo de grado S, y en los de amplificadores y bang boosts, cada 80. Además, a partir de la tirada 75, tus probabilidades de conseguir algo bueno aumentan. Es como cuando ya te tocó la mala suerte todo el año y por fin te llega algo bueno en diciembre.
El Asegurado y el 50/50: Como Jugar a Cara o Cruz
Cuando te sale algo de grado S, hay un 50% de probabilidad de que sea el personaje que quieres o uno del montón. Si no es el que querías, la siguiente vez estará asegurado. Pero ojo, que esto solo se aplica al banner de personajes y amplificadores, no al permanente. Así que, si te toca uno que no querías, no te enojes, que la próxima vez te tocará el bueno... o al menos eso esperamos.
Moneditas Extra y la Tentación de Gastar: ¡No Te Dejes!
A medida que tiras, consigues moneditas extras para comprar más cosas. Cada mes, la tienda se reinicia y puedes comprar tiradas adicionales, así que siempre trata de guardar algunas monedas para no quedarte sin nada. Es como esos puntos de recompensa que te dan en la tienda, pero más adictivos.
Consejos de un Pro (o al menos eso creo)
No tires en un banner promocional si no te interesa el personaje de grado S. Si solo tiras por los de grado A y te sale un S que no querías, vas a tener que empezar de cero la próxima vez que quieras algo de verdad. La tentación es fuerte, lo sé, pero mejor no te gastes más de 30 o 40 tiradas si no estás seguro.
Conclusión
Y ahí lo tienen, banda. El gacha es como ese ex tóxico que siempre vuelve a tu vida para hacerte gastar más de lo que deberías. Espero que con esto ya estén más preparados para enfrentarlo y no acabar quebrados. Si tienen dudas, comenta debajo de este post y haré lo posible por ayudarles, nos vemos en el siguiente post.
